Luego de veinte años gobernando nuestros pasos, la Concertación de Partidos por la Democracia, está pasando quizás, por su momento más duro en el mundo de la política. Prueba de esto, es las duras consecuencias que han traído a la coalición, el apoyo a ciertos proyectos del gobierno de Sebastián Piñera; royalty minero, presupuesto 2011 y ahora la famosa reforma educacional.
En el último tiempo, hemos sido testigos de múltiples descuelgues de la coalición, una verdadera fuga de RRHH desde lo que podríamos considerar la empresa política más grande de este país.
¿Sera un tema de liderazgos? A todas luces, ese podría ser el problema, ya que, lograr que los partidos que componen el bloque opositor, logren aunar criterios para, por ejemplo, poder votar o vetar, proyectos del gobierno que van en contra de sus ideales sociales y partidistas, hasta el momento ha sido el gran problema que viene ocurriendo desde que la derecha llego a La Moneda.
Chile, se ha caracterizado por ser un país de buenos lideres, la historia reciente, nos habla de Frei Montalva y Salvador Allende, como principales figuras en la política, ya sea por su capacidad de estadista y gran oratoria del primero o por ser una figura que quería revolucionar la vida de un país a través de la vía democrática. La dictadura militar, también tuvo un líder en la figura de Augusto Pinochet, el cual cambio la figura económica que nos regia como país hasta el fatídico Septiembre de 1973, introduciendo un sistema económico que nos rige hasta nuestros días. Ya de vuelta a la democracia, ya con la concertación en el gobierno, los principales líderes han sido los presidentes del conglomerado, que hasta el día de hoy, siguen siendo escuchados por el mundo político.
En teoría, el líder que necesita la coalición opositora, debiese ser alguien que esté por encima del poder político y articulador de los presidentes de partidos, que tenga la capacidad necesaria de escuchar y hacerse escuchar cuando sea conveniente hacerlo, de que esté, pueda tener la capacidad de formar un buen equipo de trabajo, el cual, trabaje directamente con la gente de calle, algo que no ocurre en estos momentos con el bloque de centro izquierda y de por supuesto tener la capacidad necesaria de generar puentes con el gobierno, con el fin de garantizar la gobernabilidad necesaria y una buena vialidad legislativa que no sirva a nadie más que a la población chilena.
Ahora el tema es buscar ese líder…